Ericeira es mar, playa, surf, cultura y ocio. La ciudad ha encontrado en el mar una forma de vida que marca
la identidad de la comunidad local, desde la antigua tradición pesquera hasta los actuales deportes de deslizamiento, especialmente el surf.
La ciudad ganó notoriedad como lugar de veraneo durante el siglo XIX y vivió un gran desarrollo
urbanístico a finales del siglo XX, manteniendo un ambiente propio, donde tradición y
globalización se complementan.
El centro histórico, con casas pintadas en tonos azules y blancos, está repleto de elementos decorativos y
arquitectónicos que deslumbran a quien pasea por las calles que terminan en pequeñas plazas, guiándonos hasta el corazón
de la ciudad, la Praça da República (Juego de Pelota), donde se encuentran la Oficina de Turismo y el Centro de Interpretación de la Reserva Mundial de Surf de Ericeira, donde podrá conocer lo mejor que la ciudad tiene para ofrecer.
Dispersos por la ciudad, el patrimonio religioso y civil, los restaurantes donde el pescado fresco y el marisco
son los reyes, las cafeterías y pastelerías y los pequeños comercios locales son una presencia constante que invita a
hacer una parada.
Ericeira se convirtió en Reserva Mundial de Surf el 14 de octubre de 2011, tras ser reconocida por la organización internacional
Save the Waves Coalition. Es la 2ª Reserva en ser reconocida a nivel mundial y la primera en ser reconocida
en Europa.
Los criterios que llevaron a su reconocimiento oficial fueron la calidad y la consistencia de las olas, la importancia histórica
y cultural del surf local, la riqueza y sensibilidad medioambiental de la zona y la fuerte movilización de la comunidad.
La Reserva Mundial de Surf de Ericeira forma parte del municipio de Mafra y se extiende entre las playas de
Empa y São Lourenço, a lo largo de un litoral que concentra siete olas de clase mundial en un espacio de apenas
cuatro kilómetros: Pedra Branca, Reef, Ribeira d'Ilhas, Cave, Crazy Left, Coxos y São Lourenço.